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La innovación tecnológica avanza con paso firme en el área financiera de las empresas

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La tecnología es un recurso vital para cualquier empresa con la vista puesta en el futuro e innovación, y debe tener una influencia clara en todos los ámbitos de la empresa. De hecho, si no lo hace es que con seguridad hay cosas que mejorar.

El departamento financiero, que aúna labores que afectan directamente a la planificación, la asesoría y los aspectos decisores, tiene un peso específico cada vez más importante en el devenir de una organización. Aquí las nuevas tecnologías abren un horizonte de enorme potencial para afrontar los vaivenes del mercado. La reciente pandemia lo ha dejado claro, obligando a muchos CFO (Chief Financial Officer o Directores de Finanzas) a reordenar sus prioridades respecto al valor que puede aportarles.

La razón de ser del departamento financiero pasa por maximizar beneficios minimizando costes y riesgos, siempre sujeta a la terna que conforman la rentabilidad, la liquidez y el riesgo.

La tecnología se alía con el área financiera

Una buena estrategia define el éxito o fracaso de un proyecto, y aquí el departamento financiero, cuyas funciones han ido evolucionando a lo largo de los últimos años, tiene mucho que decir si quiere formar parte activa de la hoja de ruta de la empresa. No obstante, se postula todavía en muchos casos como un reducto de tradicionalismo y freno para la innovación. Porque operaciones como elaborar presupuestos, asesorar la dirección o gestionar inyecciones de capital podrían parecer ajenas a las innovaciones tecnológicas. Pero nada más lejos de la realidad.

La responsabilidad de descubrir, prescribir y poner en marcha el mapa estratégico adecuado solo resulta útil si actúa de forma flexible y ágil. Esta cualidad, perfeccionada con el tiempo y con el apoyo de las herramientas adecuadas, permite a una compañía entender y reaccionar de forma rápida, anticipándose para sortear de la forma más óptima los escollos en el camino. El ejemplo más reciente no puede ser más evidente: el caos que ha provocado el Covid ha hecho que muchos CFO se hayan visto obligados a trabajar acortando sus perspectivas de tiempo pasando planes financieros semestrales a mensuales.

Hacer uso de la innovación dota al CFO de información actualizada, de forma casi instantánea. Su impacto deja su huella en la capacidad que brinda a la hora de invertir recursos y tomar decisiones, así como en la mayor capacidad de apoyo y monitorización. Mediante la analítica y los sistemas predictivos es posible detectar y evaluar más y mejor los escenarios posibles, obteniendo análisis de información más precisos y de valor, decisivos para un buen director de finanzas.

Ernest and Young detectó que el 57% de los CFO tienen como meta desarrollar habilidades de análisis predictivo y prescriptivo porque saben que son críticos para el futuro.

La innovación al servicio del CFO

Las innovaciones tecnológicas aportan valor en la gestión de la gran cantidad de datos que se maneja en la actualidad. Sin herramientas tecnológicas es inviable procesarlos, entenderlos y extraer conocimiento. La inteligencia de negocio o BI ayuda a entender qué le está pasando a la empresa y así mejorar. Sin olvidar la capacidad de elaborar proyecciones (Forecast) para anticiparse y planificar mejor qué sucederá a corto, medio y largo plazo.

El Machine Learning es otra rama que también se ha hecho hueco en el área financiera porque ayuda a sacar más partido a los recursos. Facilita descubrir qué tareas priorizar (las que tengan un mayor valor añadido) y cuáles dejar fuera (las más repetitivas y de menos valor).

Por su parte, áreas financieras como la Tesorería, que centran su actividad en el control financiero global y el equilibrio financiero y la liquidez, está siendo testigo de una revolución gracias a las aportaciones de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, la computación en la nube, los Bots o la Automatización Robótica de Procesos (RPA).

Por ejemplo, gracias a la implementación de la automatización los sistemas de administración de tesorería (TMS) ahora son capaces de:

  • Automatizar tareas repetitivas.
  • Eliminar la necesidad de introducir datos de forma manual.
  • Liberar a los responsables para otras tareas.
  • Analizar e interpretar datos mediante paneles (dashboards) e informes ejecutivos.
  • Ofrecer resultados para lograr su objetivo de valor: liderar la estrategia a través del análisis de todo el negocio.

Y no podemos olvidarnos del auge del trabajo en remoto impulsado por la crisis sanitaria. Aquí los SaaS (Software as a Service) tienen un indudable protagonismo, ayudando a mantener, cuando no potenciar, la productividad de los equipos, y ha llegado para quedarse.

Por lo pronto para el departamento financiero la tecnología Cloud supone un cambio de paradigma, pasando de un modelo de tipo CAPEX (inversión/amortización de infraestructura) a un modelo OPEX (pago variable/pago por uso).

Hacia la tecnología financiera

El CFO tiene la obligación de evolucionar hacia un modelo de negocios digital y conocer el nivel de madurez y prioridades de la empresa. Con las herramientas IT adecuadas tendrá lo necesario para analizar la información tomando como base las necesidades corporativas para aportar valor a la empresa, a su ámbito de decisión. Así pues, tener el conocimiento y habilidades en nuevas tecnologías debe ser una premisa si se quiere implementar políticas más precisas y personalizadas. Políticas más alineadas con la estrategia empresarial. Por ello se verán cada vez más perfiles técnicos en el departamento financiero, pero también se hace necesario desarrollar una alianza firme y estable con el departamento de IT.

En Ausum Cloud podemos orientarte sobre el control financiero de plataformas Cloud para que el enfoque que tome tu organización sea el más adecuado y ambas áreas, la técnica y la financiera, tengan éxito. ¿Hablamos?