Comprender el concepto de TCO Cloud o Total Cost Ownership aplicado al entorno de la nube es fundamental para las empresas que buscan optimizar sus costes y maximizar el retorno de su inversión.
A la hora de migrar una aplicación o infraestructura a la nube, es esencial calcular el TCO, con el objetivo de tomar las decisiones más acertadas y comprobar que nuestra estrategia se adapta a nuestro presupuesto, tanto a corto como a largo plazo.
En este artículo repasaremos en qué consiste el concepto de TCO Cloud, para qué sirve, por qué deberías calcularlo o cómo hacerlo, así como otros puntos interesantes acerca de la economía de la nube.
¿Qué es TCO en la nube?
Se denomina TCO en la nube al conjunto de costes directos e indirectos asociados con la implementación, operación y mantenimiento de servicios en la nube. Esto incluye no solo los costos iniciales de migración y configuración, sino también los gastos continuos como el soporte, el mantenimiento, la seguridad, el almacenamiento y el ancho de banda.
El coste total de la propiedad es una herramienta económica y operativa qué se utiliza a la hora de migrar un sistema local a la nube, así como en otras situaciones donde es importante realizar una previsión de los costes para tomar una decisión. Es una metodología que permite agrupar y calcular todos los costes de una infraestructura, obteniendo un resultado estimado de la inversión total a realizar.
¿Para qué sirve calcular el TCO en la nube?
Podríamos decir que el cálculo del TCO Cloud permite comparar las diferentes opciones de implementación y determinar cuál es la más rentable a largo plazo. De esta manera, las empresas pueden evaluar si los beneficios de mover sus operaciones a la nube superan los costes asociados, o si es mejor mantener ciertas operaciones en infraestructuras locales.
Además, calcular el TCO ayuda a identificar áreas donde se pueden reducir costes y optimizar recursos, contribuyendo a una mejor planificación financiera y estratégica. Esto se puede convertir en una ventaja competitiva para las empresas que buscan maximizar su eficiencia operativa y minimizar gastos innecesarios.
A la hora de comparar el coste de una infraestructura local con una en la nube, las empresas suelen cometer el error de tener solamente en cuenta los costes directos, es decir, la adquisición inicial del hardware y el software. Esto se compara con la suscripción mensual de los servicios en la nube y listo. Pero esta comparación no refleja el panorama completo.
Por ejemplo, es habitual preguntarse cuál sería el coste de migrar un sistema local a la nube de la siguiente forma: Si tengo 200 servidores tradicionales, ¿cuánto costaría instancias similares en AWS, Azure o Google Cloud? Y aunque esta estimación puede ser un buen punto de partida, es incompleto y sesgado. Cuando se ejecuta la migración, las empresas se sorprenden debido a que no han tenido en cuenta muchos otros costes igual de relevantes.
Calcular en TCO en la nube permite analizar todos los factores, incluyendo aquellos que no son tan evidentes inicialmente, como los costes de formación del personal, la gestión de la migración y los gastos relacionados con la integración de sistemas. Esto proporciona una visión más realista y completa de la inversión a realizar, así como encontrar fórmulas que permitan diseñar estrategias más optimizadas tanto a nivel de rendimiento como de costes.
¿Por qué calcular el TCO en la nube? 8 motivos
El TCO en la nube es un concepto muy útil a la hora de diseñar una nueva infraestructura cloud o realizar una migración. Calcularlo permite:
- Tomar decisiones inteligentes: comprender el costo total de propiedad es esencial para tomar decisiones estratégicas que se alineen con los objetivos de la empresa. Gracias a una visión integral, será más sencillo tomar decisiones más inteligentes y decidir cuál es la mejor opción entre migrar a la nube o continuar en local.
- ROI: permite optimizar el gasto en la nube y diseñar estrategias más eficientes a partir de un mayor conocimiento de nuestra infraestructura y de los servicios contratados, así como posibles puntos críticos o susceptibles a aumentar los costes.
- Planificación a largo plazo: al conocer todos los costes asociados, las empresas pueden planificar sus presupuestos de manera más efectiva y prever necesidades futuras.
- Reducción de riesgos: identificar y cuantificar todos los costes ayuda a mitigar riesgos financieros imprevistos y asegurar que el proyecto se mantenga dentro del presupuesto.
- Transparencia: proporciona una visión clara y detallada de todos los costes involucrados en el proceso, lo que facilita enormemente la rendición de cuentas y permite una justificación más sólida y fundamentada de las inversiones realizadas.
- Escalabilidad: al calcular el TCO, es posible evaluar cómo los costes cambiarán a medida que la infraestructura crezca o se reduzca, permitiendo una mejor adaptación a las necesidades empresariales.
- Comparación de proveedores: facilita la comparación entre diferentes proveedores de servicios en la nube para seleccionar la opción más rentable. Además, permite ahorrar gracias a los descuentos que se ofrecen en planes por compromiso a largo plazo.
- Competitividad: una gestión eficiente del TCO en la nube puede traducirse en una ventaja competitiva significativa al permitir a la empresa operar de manera más eficiente y rentable.
¿Cómo calcular el TCO en la nube?
A la hora de calcular el TCO en la nube es importante tener en cuenta todos y cada uno de los factores que generan costes tanto indirecto como directo, evitando omitir cualquier gasto que pueda afectar el presupuesto total. A continuación, te dejamos un completo paso a paso de todos los cálculos a realizar.
Cálculo de los costes actuales
En los casos que se esté planteando una migración de un sistema local a la nube, el primer paso será realizar el cálculo del coste real de la infraestructura actual. Lo mismo ocurriría si estamos planteando realizar una migración cloud to cloud o cualquier tipo de migración. Las áreas a considerar son (no pienses solo en la adquisición, sino que también en los costes a largo plazo):
- Hardware e infraestructura
- Licencias de software
- Costes de mantenimiento y soporte
- Gastos de electricidad y refrigeración
- Personal experto
- Actualizaciones
- Seguridad
- Tiempo de inactividad
- Espacio físico y alquiler
- Costes de red y conectividad
- Depreciación de activos
Cálculo de los costes en la nube
El siguiente paso es calcular los costes asociados con la nueva infraestructura en la nube. Ten en cuenta que no todos los costes de la infraestructura local se trasladarán directamente a la nube, por lo que es fundamental identificar cuáles serán los nuevos gastos. Las áreas a considerar incluyen:
- Coste de la migración en caso de que la hubiera, a diferenciar entre
- Rehosting
- Reestructuración
- Refactorización
- Rediseñar
- Reemplazar
- Coste mensual de la nube: puedes utilizar las calculadoras de costes proporcionadas por los proveedores de servicios en la nube para obtener una estimación precisa
- Gastos de almacenamiento y ancho de banda
- Tipos de servicios consumidos
- Costes de formación
- Costes de consultoría
- Costes de cumplimiento y auditoría
- Gastos de seguridad y monitorización
- Costes de integración con sistemas existentes
Además de costes, también debes calcular los beneficios que en ocasiones son intangibles. Por ejemplo, la facilidad para adoptar nuevas tecnologías en comparación a lo que costaría hacer en una infraestructura local. O los costes asociados con la flexibilidad y escalabilidad que ofrece la nube, lo cual puede traducirse en una mayor agilidad y capacidad de respuesta ante cambios en el mercado.
Comparativa final
Una vez los costes actuales y los futuros se han calculado, es posible realizar una comparativa final para determinar la opción más rentable y adecuada para la empresa. Esto permitirá tomar decisiones informadas y estratégicas respecto a la migración o implementación de la infraestructura en la nube.
Y es que, a pesar de lo que se puede pensar debido a la creencia popular, el coste total de la propiedad puede no ser por defecto más barata en la nube. Es decir, realizar una migración a la nube no siempre garantiza un ahorro inmediato, ya que el coste inicial de la adopción, así como los costes que pueden producirse por la falta de optimización, pueden parecer mayores a simple vista.
Sin embargo, al realizar el cálculo del TCO, podemos comprobar como a largo plazo puede resultar en una inversión más rentable gracias a la flexibilidad, escalabilidad, innovación y eficiencia que proporciona la nube. De esta manera, las empresas pueden no solo ofrecer un mejor servicio adaptado a las circunstancias de cada momento, sino que también puede resultar en un mayor retorno de la inversión y en una mayor capacidad para afrontar desafíos futuros.
Tanto si estás a punto de migrar a la nube como si estás diseñando una nueva infraestructura para tu proyecto, desde Ausum Cloud podemos ayudarte. A partir de tus necesidades y requisitos, encontraremos la manera de maximizar tu inversión y optimizar los recursos disponibles para que puedas centrarte en lo que realmente importa: hacer crecer tu negocio. ¡Contacta con nosotros ahora!