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La migración cloud to cloud o de nube a nube es una práctica cada vez más extendida entre las empresas. Tras diseñar, implementar y desplegar una aplicación en una infraestructura proporcionada por cualquier proveedor cloud de los disponibles, comprueban que esta no cumple con los requisitos que necesitaban y deciden trasladar sus servicios a otra nube que se ajuste mejor a sus necesidades.
Sin embargo, incluso para organizaciones acostumbradas a trabajar en la nube, este proceso puede resultar complejo y puede conllevar muchos problemas, desde la pérdida de datos o interrupciones del servicio hasta un aumento inesperado de los costes. En este artículo vamos a echar un vistazo a las mejores prácticas a la hora de realizar este tipo de procesos, así como cuáles son los errores más comunes a evitar, entre otras cuestiones interesantes.
¿Qué es una migración cloud to cloud?
Una migración cloud to cloud, de nube a nube, o simplemente migración C2C, hace referencia al proceso de trasladar los datos, aplicaciones, cargas de trabajo y otros elementos empresariales de un proveedor de la nube a otro. Este proceso se suele llevar a cabo cuando una empresa decide cambiar su modelo de nube actual por uno que ofrezca un mayor rendimiento, costes, seguridad o privacidad.
También puede deberse a cuestiones logísticas, principalmente para centralizar todas las infraestructuras en un solo lugar. Incluso puede ser por cuestiones de compatibilidad o funcionalidades, cuando un proveedor no ofrece ciertas características necesarias para seguir escalando el negocio o aumentar el valor de un producto.
Dadas las características de cada proveedor, ya sea de la nube pública, privada, hibrida o multicloud, la dificultad de las migraciones de nube a nube puede variar en términos de complejidad y tiempo. Algunas migraciones pueden ser tan simples como exportar e importar datos, mientras que otras pueden requerir de una reconfiguración completa de las aplicaciones y servicios.
Cualquier detalle, incluso en el uso de unos simples caracteres problemáticos, puede marcar la diferencia entre una migración exitosa y uno que resulta en tiempo de inactividad o pérdida de datos. Por lo tanto, es esencial que las organizaciones planeen y ejecuten cuidadosamente cada paso de la migración, sin importar si la migración es de AWS a Azure, de Azure a Google Cloud o de una nube privada a la pública. Se trata de un proceso delicado que hay que afrontar con precaución y garantías, sobre todo cuando hablamos de migrar infraestructuras críticas o que se encuentra en producción.
Tipos de migraciones cloud to cloud
Así, para llevar a cabo una migración de nube a nube exitosa, una de las claves será identificar el tipo de migración que se va a realizar. Podemos diferenciar diferentes casos según el enfoque y la naturaleza de los datos y servicios a migrar. Principalmente distinguimos entre:
- Rehosting: también conocida como Lift and Shift, consiste en trasladar las aplicaciones y datos tal cual están en la nube original a la nube de destino. No se modifican ni los datos ni las aplicaciones, simplemente se «levantan» y se «trasladan». Este tipo de migración suele ser más rápida y menos costosa, pero puede no ser la más adecuada si se necesita un cambio de infraestructura o si la nube de destino tiene una estructura muy diferente.
- Replataforming: este enfoque implica hacer cambios en la plataforma de la aplicación durante la migración. Puede incluir la adopción de servicios administrados y la modificación de ciertos aspectos de la aplicación para aprovechar las características y capacidades de la nube de destino. Aunque requiere más tiempo y esfuerzo, puede resultar en un mejor rendimiento y escalabilidad de la aplicación.
- Refactorización: en algunos casos algunas partes de la aplicación se deben rediseñar para aprovechar las capacidades nativas de la nube de destino. Es el enfoque más costoso y que más tiempo requiere, pero también puede ser el que ofrezca los mayores beneficios a largo plazo en términos de rendimiento, escalabilidad y funcionalidad.
- Reconstrucción: este enfoque implica descartar la aplicación original y reconstruirla desde cero utilizando las herramientas y servicios de la nube de destino. Suele ser más habitual cuando en migraciones de aplicaciones antiguas o legacy, que no están preparadas para funcionar en la nube y que requieren una reconstrucción total para ser compatibles con la nueva infraestructura. Aunque es un proceso que puede llevar mucho tiempo y ser costoso, a largo plazo puede resultar en una aplicación más eficiente y fácil de mantener.
- Repatriación: este enfoque suele ocurrir cuando una empresa decide volver de la nube a un modelo de infraestructura en local. Aunque no es lo más común, puede suceder por razones de costos, seguridad, o control sobre los datos y la infraestructura. Es un proceso que requiere una cuidadosa planificación para evitar la pérdida de datos y minimizar el tiempo de inactividad.
Cómo realizar una migración de nube a nube: buenas prácticas
Cada proyecto, así como cada proveedor en la nube, tiene características únicas, por lo que no existe un enfoque de migración único que funcione para todos los casos. Sin embargo, hay una serie de buenas prácticas generales que pueden ayudar a asegurar una transición fluida y minimizar los riesgos asociados a este tipo de procesos.
- ¿Por qué migrar?: antes de iniciar cualquier acción en torno a la migración C2C, es importante asegurarse de que existen motivos realmente fuertes para realizarla. ¿De verdad la única forma de conseguir el rendimiento y la satisfacción deseada es cambiando de proveedor cloud? Tan solo después de afirmar con total seguridad a esto podremos empezar la planificación.
- Análisis: antes de comenzar la migración, es crucial realizar un análisis detallado de los datos y aplicaciones que se van a migrar o el tipo de migración que se va a realizar, así como los objetivos y expectativas que tienes del proceso. Cuenta con todas las partes implicadas para aumentar la eficiencia del proceso.
- Proveedores: investiga y compara los diferentes proveedores de la nube disponible, comparando todos los aspectos hasta encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades y requisitos. Ten en cuenta factores como las características, el rendimiento, la seguridad, el precio y el soporte al cliente.
- Plan de migración: elabora un plan de migración sólido y detallado que incluya aspectos como el tiempo estimado, los recursos necesarios y los costes asociados. Debe describir el proceso de migración paso a paso, las personas designadas, las herramientas y tecnologías que utilizarás, el cronograma de actividades, los recursos necesarios y las estrategias de prueba y recuperación.
- Pruebas: antes de efectuar la migración definitiva, realiza pruebas para asegurarte de que todos los elementos funcionarán correctamente en la nueva nube. Crea un entorno de prueba en el nuevo proveedor, ejecuta distintas pruebas e incluso puedes involucrar a algunos usuarios para que comprueben su correcto funcionamiento.
- Migración: una vez comprobado que todo funciona correctamente en el entorno de prueba, inicia el proceso de migración. Este proceso debe realizarse de manera organizada y metódica, siguiendo el plan de migración establecido. Debes minimizar el tiempo de interrupción del servicio y contar con el soporte adecuado en todo momento.
- Monitorización y mejora: tras la migración deberás estar pendiente del rendimiento de la nueva infraestructura y de posibles problemas que puedan surgir. Monitoriza constantemente la nueva nube, realiza los ajustes necesarios para mejorar el rendimiento y la seguridad, y asegúrate de que todo funciona según lo previsto.
¿Qué errores comunes deberías evitar durante una migración de nube a nube?
- Formato de datos: no todos los proveedores de la nube soportan los mismos formatos de datos, por lo que es esencial comprender los formatos de datos compatibles antes de iniciar la migración. No verificar esto puede resultar en pérdida de datos y trabajo manual extra.
- Compatibilidad: algunas aplicaciones pueden no ser compatibles con la nueva nube, por lo que es importante realizar pruebas de compatibilidad antes de la migración. Ignorar este paso puede llevar a problemas de rendimiento o incluso a la interrupción del servicio.
- Seguridad: La migración a una nueva nube puede implicar riesgos de seguridad. Es crucial garantizar que la nueva nube cumple con todos los requisitos de seguridad y privacidad de la empresa, y que se han implementado las medidas de protección de datos adecuadas.
- Precipitación: algunas empresas pueden precipitarse en el proceso de migración sin una planificación y preparación adecuadas. Es esencial tomarse el tiempo para entender todas las implicaciones de la migración y desarrollar un plan de migración detallado.
- Plan de recuperación ante desastres: no tener un plan de recuperación ante desastres puede ser catastrófico. Es vital tener un plan de respaldo y recuperación para enfrentar cualquier eventualidad que pueda surgir durante la migración.
Herramientas para la migración de nube a nube
Debido a que se trata de una situación bastante habitual, los principales proveedores de la nube pública ofrecen varias herramientas que pueden facilitar el proceso de migración de nube a nube. Estas herramientas pueden ayudar a automatizar algunos aspectos de la migración, reduciendo el tiempo y los errores humanos. Algunas de las más populares son:
- AWS Server Migration Service: herramienta de AWS que permite la migración automatizada de cargas de trabajo en vivo desde VMware vSphere, Microsoft Hyper-V/SCVMM o Microsoft Azure a la nube de AWS.
- AWS DataSync: herramienta de transferencia de datos que simplifica automatiza la copia de datos entre sistemas de almacenamiento como Google Cloud Storage, Azure Files, Azure Blob Stourage, Wasabi Cloud Storage, Oracle Cloud Storage, etc.
- Azure Migrate: herramienta de Microsoft Azure que permite migrar instancias AWS EC2 a Azure en tan solo unos poco clics.
- Google Cloud Migrate for Compute Engine: una solución de Google Cloud que facilita la migración desde infraestructuras de nube como AWS, Azure, VMware, Hyper-V, entre otros, a Compute Engine.
El factor humano como elemento diferenciador en la migración C2C
Aunque las herramientas automáticas, poner en marcha buenas prácticas o conocer los errores a evitar pueden ser de gran ayuda, la migración de la nube a la nube sigue siendo un proceso complejo, sobre todo cuando hablamos de infraestructuras o aplicaciones de mediano o gran tamaño.
En un escenario como este, el factor humano, proporcionado por expertos con experiencia dilatadas en migraciones, asi como conocimientos sobre infraestructuras y proveedores cloud, es diferencial.
Contar con un equipo de profesionales especializados en cloud garantiza una transición exitosa, minimiza los tiempos de inactividad y optimizar el rendimiento del nuevo entorno. También pueden aportar un valor añadido al entender y adaptarse a las necesidades específicas de cada organización y proyecto.
Desde Ausum Cloud hemos afrontado, junto una gran variedad de clientes de diferentes sectores, numerosas migraciones de nube a nube. Nuestra experiencia nos ha permitido desarrollar una metodología efectiva y eficiente, basada en las mejores prácticas y en un enfoque centrado en el cliente. Si estás considerando una migración de nube a nube, no dudes en contactarnos para obtener información y asesoramiento personalizado.