La gestión de costes cloud o cloud cost management es un área fundamental para cualquier empresa que utilice infraestructuras en la nube. Encontrar la forma de optimizar los costes y evitar los gastos innecesarios, a la par que mantener el rendimiento ni sacrificar la calidad del servicio, es en ocasiones una cuestión compleja. Para ello es imprescindible entender cómo facturan los servicios de la nube los principales proveedores, así como tener una estrategia clara y una planificación adecuada en cuanto a la utilización de los recursos de la nube, sin subestimar la importancia de monitorizarlos y gestionarlos activamente. También es crucial ser consciente de los costes ocultos que pueden surgir, como los asociados con la transferencia de datos o la escalabilidad. En este artículo veremos en qué consiste exactamente el arte de la gestión de costes cloud, cómo se pueden evitar estos costes ocultos y qué estrategias y herramientas existen para optimizar los gastos en la nube.
¿Qué es la gestión de gastos en la nube?
La gestión de costes consiste en comprender y evaluar los costes relacionados con las operaciones en la nube con el objetivo de controlar, optimizar el gasto y obtener el máximo valor de nuestra inversión. En el contexto del uso de proveedores de nube externos para alojar y diseñar sus infraestructuras IT, desde AWS hasta Azure o Google Cloud, la monitorización de costes se vuelve crucial. Regular, optimizar y supervisar los costes de la computación en la nube es un aspecto esencial de la transformación digital de cualquier empresa, así como para seguir escalando sus operaciones. Al comprender y controlar los costes relacionados con la nube, las empresas pueden mejorar su rendimiento y obtener el máximo valor de sus inversiones en la nube. Uso de máquinas virtuales, almacenamiento en la nube, transferencia de datos, escalar… estos son solo algunos de los aspectos que generan costes… Y que deben ser gestionados de manera eficaz. Sin una estrategia o filosofía clara de inversión, es fácil pensar que seguir apostando por las infraestructuras tradicionales son la mejor opción.
Cloud vs In-house: ¿qué opción es la más óptima?
- Costes de mantenimiento
- Actualizaciones
- Electricidad
- Refrigeración
- Costes de personal de IT
- Reparaciones
- Sustitución
- Pérdidas asociadas a los problemas de rendimiento
- Dificultad y altos costes para escalar
- Arquitectura rígida que impide afrontar picos de alto tráfico con solvencia.
A nivel económico, y después de calcular todos los gastos ocultos mencionados, es probable que la opción de infraestructura in-house no resulte tan atractiva. Pero la comparación se vuelve odiosa cuando hablamos de puro rendimiento, disponibilidad, seguridad y opciones de escalabilidad. La capacidad de la nube para adaptarse a las necesidades cambiantes de una empresa, sin la necesidad de inversiones sustanciales en hardware y software, es insuperable. En cuanto a los costes cloud, las empresas con malas experiencias suelen ser aquellas que no han llevado a cabo una gestión de costes adecuada, que no han comprendido bien los modelos de precios o que han subestimado los costes asociados con determinados servicios o funcionalidades. La flexibilidad y sencillez que ofrece el pago por uso de los servicios cloud, unida a una buena planificación financiera, hace que, por lo general, hace la nube sea una opción más rentable.
¿Qué dificultades se encuentran las empresas a la hora de gestionar los gastos cloud? 9 desafios
Las empresas que deciden que el modelo de computación en la nube es el mejor para ellos, a menudo se enfrentan a varios desafíos cuando se trata de la gestión de costes, sobre todo en sus etapas iniciales después de la migración, durante el arranque de nuevos proyectos y durante fases de expansión. De hecho, según una encuesta de Anodot, casi el 50 % de las empresas encuentran difícil la gestión de costos en la nube. Estos desafíos pueden incluir:
- Visibilidad: esta es la principal culpable de los costes inesperados. Sin una visibilidad total de los servicios en la nube es fácil perder el control sobre los costes. Este problema se agrava si se utilizan múltiples proveedores cloud.
- Modelos de precios: una comprensión incorrecta de cómo los proveedores de servicios en la nube estructuran sus precios puede llevar a costes inesperados.
- Dificultades de aprovisionamiento y planificación: las empresas pueden subestimar el uso de un servicio y encontrarse con facturas inesperadas debido a una escalabilidad mal gestionada.
- Sobredimensionamiento: también puede suceder todo lo contrario, una empresa puede sobreestimar sus necesidades y terminar sobredimensionando su infraestructura en la nube, pagando por recursos que no acaba utilizando.
- Gobernanza: a menudo, las empresas carecen de políticas o controles adecuados para gestionar su uso de la nube, lo que puede dar lugar a gastos no planificados. Establecer límites y alertas para el gasto puede ayudar a evitar costes sorpresa.
- Formación: el personal puede no ser plenamente consciente de cómo sus acciones pueden influir en los costos de la nube. Por ejemplo, dejar instancias de máquinas virtuales en ejecución cuando no se utilizan puede generar costes innecesarios.
- Herramientas: sin las herramientas adecuadas para monitorizar y gestionar el uso de los servicios en la nube, es muy difícil tener un control efectivo de los costes.
- Vendor lockin: otro desafío importante es lo que se conoce como la dependencia del proveedor. Algunas empresas no pueden rebajar sus costes o escalar su infraestructura de forma eficiente debido a la imposibilidad de cambiar de proveedor.
- Servicios o proveedores incorrectos: en ocasiones el fallo lo encontramos en la elección base de los servicios o proveedores de nube, que no se ajustan a las necesidades y objetivos de la empresa.
¿Cómo optimizar y gestionar los gastos en la nube? 11 +1 claves
Gestionar los costes cloud de una forma eficiente es más que posible. La implementación de una estrategia que permita analizar y entender los costes es la mejor forma de optimizar el gasto y mejorar el rendimiento. Entre los muchos puntos que hay que tener en cuenta, algunos de los más importantes son:
- Monitorización: las herramientas de monitorización permiten tener una visión completa del uso de los recursos y de los costes asociados, así como crear alertas de comportamientos anómalos para evitar que la infraestructura escale más allá de lo esperado.
- Planificación: se necesita un plan claro y detallado que incluya previsión de los recursos necesarios y de los costes asociados, así como un análisis de las posibles variaciones y picos de demanda.
- Predicción: utilizar herramientas de predicción para generar pronósticos que permiten a las empresas ajustar su uso de la nube y evitar costes inesperados.
- Herramientas de estimación de costes: es esencial conocer y utilizar herramientas de costes que proporcionan los proveedores para conocer de primera mano cómo funcionan los modelos de precios y su facturación.
- Coste como factor: a la hora de diseñar y desplegar servicios en la nube, es necesario valorar el coste como un factor más. Esto significa considerar los costes asociados a cada servicio, funcionalidad o configuración desde el inicio y a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto.
- Gobernanza: establecer políticas y controles claros para el uso de servicios en la nube puede ayudar a evitar costes inesperados. Esto puede incluir la definición de roles y permisos, la implementación de budgets y límites de gasto y la creación de alertas para avisar de posibles desviaciones.
- Formación y cultura de costes: formar al personal sobre los costes de la nube y cómo su trabajo puede influir en ellos es esencial. Esto puede ayudar a prevenir comportamientos que generen costes innecesarios y a promover buenas prácticas para la optimización de costes.
- Colaboración: es crucial fomentar la colaboración entre los diferentes equipos que utilizan los servicios en la nube. Compartir información y mejores prácticas puede ayudar a mejorar la gestión de costes y a evitar errores que pueden pagarse caro.
- Optimizar el uso de recursos: es fundamental aprovechar al máximo los recursos de la nube, asegurándose de que nada se desperdicie. Esto implica apagar los servicios que no se están utilizando, escalar los recursos de acuerdo con la demanda y apostar por la automatización
- Ahorro: utilizar las funciones de ahorro que ofrecen los proveedores de la nube, como las instancias reservadas, los ahorros por compromiso a largo plazo o descuentos por volumen, es también una buena forma de reducir costes.
- FinOps: también puedes adoptar la filosofía FinOps, una práctica que tiene como objetivo unir a los equipos de finanzas, operaciones y tecnología para garantizar que la infraestructura de la nube se utiliza de la manera más eficiente y rentable posible.
Por último, no debemos olvidar que, como cualquier otra área, la gestión de costes cloud debe ser un proceso continuo de evaluación y mejora. Esto implica revisar regularmente los gastos, identificar áreas de mejora y ajustar las estrategias y prácticas de acuerdo a las necesidades cambiantes del negocio y la evolución del mercado de la nube. Solo así será posible alcanzar un estado de equilibrio que permita sacar el máximo rendimiento a la nube sin pagar de más. Después de casi 1 década gestionando y escalando todo tipo de proyectos en la public cloud, en Ausum Cloud hemos aprendido que es fundamental tener un enfoque proactivo y predictivo en la gestión de costes en la nube. Esto implica no solo implementar las mejores prácticas desde el principio, sino también revisar y ajustar regularmente las estrategias a medida que cambian las necesidades del negocio y las ofertas de los proveedores de servicios en la nube.