Las empresas tienen un gran temor: que el almacenamiento de datos en la nube desborde sus previsiones técnicas, y sobre todo económicas. Sin importar el sector, el crecimiento de los datos en los últimos años ha sido exponencial, lo que ha generado problemas a la hora de almacenarlos. Por ello, poner en marcha buenas prácticas de Data Storage es fundamental.
Crear una estrategia e implementar políticas que definan cómo, cuándo y qué tipos de datos se almacenan debe ser una prioridad para las empresas. De lo contrario, los datos se volverán rápidamente inmanejables, dificultando la toma de decisiones como el gasto en la nube. ¿Cómo podemos evitarlo? Te damos 5 consejos que podrán ayudarte a optimizar la gestión de tus datos.
Buenas prácticas de Data Storage: ¿Por qué son importantes?
Todos hemos leído alguna vez eso de que el almacenamiento en la nube es infinito o ilimitado, y en parte, es verdad. Sin embargo, la importancia del coste económico, la productividad y la calidad de los datos ponen en peligro esta afirmación. La frase debería redefinirse como: «el almacenamiento en la nube se alinea siempre con tus necesidades«.
Una buena gestión del Data Storage en la nube suele suponer un gran desafío para las empresas, y no solo en lo que a gasto se refiere. Transformar los datos en información no es sencillo, sobre todo cuando contamos con conjuntos de datos muy dispares o no estructurados. En este punto el orden y la buena gestión se vuelven cruciales.
El uso de herramientas de automatización permite gestionar los datos fácilmente, pero tan solo son eso, herramientas. Sin una buena estrategia y una excelente arquitectura de datos, las herramientas no serán efectivas. Los beneficios de tomar decisiones en este aspecto son claros: ahorro, productividad y decisiones que se alinean con los objetivos de negocio, consiguiendo así la tan deseada ventaja competitiva.
5 buenas prácticas de data storage
Definir una estrategia de datos efectiva no es magia. Es estudio, es conocimiento y es experiencia, por lo que no podemos darte un truco que acabe con todos tus problemas. Cada estrategia debe ser personalizada y única. Sin embargo, existen ciertos puntos o buenas prácticas que son comunes y esenciales tener en cuenta durante la elaboración de esta. Veamos algunos de ellas.
1. Céntrate en tus necesidades, no en la tecnología
Obviamente, elegir la tecnología más adecuada en cada caso es esencial, pero el camino correcto es necesidades -> tecnología, y no a la inversa.
El primer punto que todo buen arquitecto cloud se debe preguntar es: qué necesitas y cómo puedo hacerlo lo más simple posible. Mantenerlo simple es casi tan difícil como innovar. ¿De verdad tus comerciales necesitan análisis en tiempo real? ¿O con un análisis “en el momento adecuado” sería más que suficiente?
Recuerda que la nube es flexible y adaptable, por lo que puedes mejorar tu infraestructura en cualquier momento si es necesario. El truco está en escalar, no en generar por si acasos que tan solo hacen que aumentar la dificultad y los costes.
2. ¿Los datos qué estás almacenando son realmente útiles?
El síndrome del empacho de datos es cada vez más común entre las empresas, incluso si estas son pequeñas. En ocasiones nos obsesionamos con la cantidad de datos que recopilamos y almacenamos, sin ni siquiera preguntarnos porqué y para qué lo hacemos. Es necesario poner foco en cada una de las fases de tu estrategia de Big Data.
Optimizar es la palabra. La monitorización y la búsqueda de la mejora continua en tu estrategia de datos es el mejor aliado para una óptima gestión del almacenamiento.
3. ¿Qué tipo de almacenamiento necesitas para cada tipo o conjunto de datos?
Debemos preguntarnos cómo y cuándo se almacenan los datos. Utilizar un tipo de almacenamiento en la nube muy rápido no tiene sentido para los conjuntos de datos que no necesitamos o usamos habitualmente. Una de las mejores prácticas de data storage es determinar qué tipo de almacenamiento necesita cada uno de nuestros conjuntos de datos. Esto es básico si queremos alcanzar un equilibrio entre productividad y coste. Identificar velocidad de procesamiento, frecuencia de acceso y recuperación será determinante.
4. La importancia de la gobernanza de datos
Determinar quién es el responsable de los datos en cada caso nos puede ayudar a definir bajo qué estándares debe almacenarse la información, cómo se va a compartir con otros departamentos o cómo se va a integrar con el resto de fuentes. Esto va a permitir definir exactamente cuál es la estructura de datos que necesitamos y los objetivos que queremos alcanzar.
5. Comunicación y uniformidad
Por último, fomentar una buena comunicación entre los diferentes equipos de trabajo es fundamental a la hora de lograr una buena estrategia de data storage. Las decisiones que se tomen deben seguir el mismo criterio, manteniendo un equilibrio entre rendimiento y coste. La comunicación efectiva y constante o el trabajo en equipo será crucial a la hora de llegar a acuerdos que satisfagan a todas las partes.
Optimizar tu estrategia de almacenamiento en la nube no debería ser complicado si diseñas una infraestructura en base a las necesidades de tu organización. Además, trazar un plan de monitorización y mejora constante es también necesario para mantener su buen funcionamiento a largo plazo.
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